Por: Gonzalo Duque-Escobar
*
La subregión Centro Sur de Caldas cuyas cabeceras,
salvo la de Neira, ocupan la cuenca media del Río Chinchiná, se localiza en el
entorno noroccidental del segmento volcánico más septentrional de los Andes
colombianos, donde aparecen los volcanes Cerro Bravo, Nevado del Ruiz, Nevado
de Santa Isabel, Nevado del Tolima y Cerro Machín. Los tres primeros, de
importancia para los cinco municipios que buscan conformar un espacio de
planificación y ordenamiento territorial, Chinchiná, Neira, Manizales,
Palestina y Villamaría, probablemente a la luz de la nueva Ley 1625 de 2013.
Como respuesta al valioso aporte de los científicos
del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales, adscrito al Servicio
Geológico colombiano desde cuando se creó el Sistema Nacional de Prevención y
Atención de Desastres, consecuencia de los sucesos que desencadenaron el
desastre de Armero y Chinchiná (1985), el modelo de ocupación del territorio en
esta fracción de la ecorregión cafetera debería responder ejemplarmente a los
desafíos ambientales, considerando la amenaza volcánica con las acciones de
prevención y mitigación que obliga una gestión integral del riesgo, en la que
entren de forma ponderada los temas fundamentales del medio tropical andino.
Aunque se reconocen los esfuerzos hechos por
mejorar la seguridad de Manizales y de los municipios en el área de influencia
del volcán Nevado del Ruiz frente a una eventual erupción, sobre todo con la
eficaz vigilancia resultado del monitoreo volcánico, definitivamente en la
subregión Centro Sur no estamos preparados para un sismo superficial similar al
de Popayán (1983) o el Quindío (1999) asociado al sistema de fallas de Romeral,
y menos emprendido las acciones de planificación para enfrentar la amenaza
volcánica de Cerro Bravo, en caso de un evento comparable al de las erupciones
plinianas (con riadas gasopiroclásticas) contempladas en su mapa de amenazas
volcánicas. Esto, dado que la atención en el caso de Caldas ha estado centrada
en la actual coyuntura del Ruiz, y en cuidar de las áreas ribereñas del
Chinchiná amenazadas por flujos de lodo, experiencia que puede capitalizarse
para potenciales eventos similares provenientes del volcán Nevado de Santa
Isabel, donde el río Chinchiná repetiría y entraría el río Campoalegre al nuevo
escenario.
A modo de información, entre las amenazas
volcánicas de Cerro Bravo se contemplan flujos de lodo solo hacia el Tolima y
oriente caldense por los ríos Aguacatal afluente del Gualí, y Perrillo afluente
del Guarinó; y también flujos piroclásticos que podrían llegar a vecindades del
oriente de la zona urbana de Manizales donde pretendemos avanzar, dado que la
columna eruptiva de dicho volcán con mayor coeficiente explosivo que el Ruiz y
Santa Isabel, tiende al colapso. Para el efecto basta decir que mientras La
Nubia se localiza a 20 km del volcán, los depósitos de estas nubes ardientes se
observan a distancias que varían entre 6 y 18 Km medidos desde su cráter. Los
investigadores le asignan a Cerro Bravo erupciones plinianas, cuyas fechas
estimadas por radiocarbono con errores de entre 150 y 75 años, son los años
1720, 1330, 1050 y 750.
Lo anterior demanda un plan de exposición al riesgo
volcánico de cara a Cerro Bravo en esta subregión frente a una amenaza
previendo flujos piroclásticos, ahora que dicho volcán está en calma, además de
velar por otras amenazas diferentes a la volcánica resolviendo conflictivos
estructurales del uso del suelo para las subcuencas de los ríos Chinchiná, Río
Claro y Guacaica, como también en las cuencas compartidas del río Tapias por el
norte y de los ríos Campoalegre y San Francisco por el sur, además del reforzamiento
de líneas vitales que puedan resultar comprometidas con eventos geodinámicos
directos o indirectos, por ser elementos fundamentales del sistema urbano donde
ya se han dado acciones ambientales importantes que deben continuar.
Para lo anterior, urge una política pública
ambiental que considere la planificación anticipada, considerando las
previsiones cartográficas de nuestros vulcanólogos y otras disciplinas, como de
la investigación geológica, agrológica, climatológica, ambiental y del
monitoreo sísmico, hidrológico y volcánico, por ser parte del acerbo cultural
suministrado para la toma de decisiones sobre la ocupación adecuada del
territorio en pro de mejorar la calidad de vida de la población de estos cinco
municipios caldenses.
* Profesor Universidad
Nacional de Colombia [Ref: La Patria. Manizales, 2013-06-24.]
Imagen: Cerro Bravo en primer plano y Parque
de los Nevados al fondo. Gustavo Wilches Cháux, en: http://wilchesviajerofrecuente.blogspot.com
Relacionados:
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Desafíos del Complejo Volcánico Ruiz –
Tolima, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/9484/
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Amenazas naturales en los Andes de Colombia,
en: http://www.bdigital.unal.edu.co/1579/
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Intimidades del Ruiz para un examen de la
amenaza volcánica en: http://godues.wordpress.com/2012/03/19/intimidades-del-ruiz-para-un-examen-de-la-amenaza-volcanica/
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Manual de geología para ingenieros, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/1572/
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Antes que La Colosa a galerizar Cajamarca http://www.bdigital.unal.edu.co/2408/
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Armero 25 años… el desastre y la erupción del
Ruiz de 1985… http://www.bdigital.unal.edu.co/2281/
·
Riesgo en zonas andinas por amenaza volcánica
http://www.galeon.com/cts-economia/riesgo-volcanico.pdf
·
Sismos
y volcanes en el Eje Cafetero: Caso Manizales http://www.bdigital.unal.edu.co/6544/
·
En
el volcán nevado del Huila: incertidumbre y éxodo www.galeon.com/cts-economia/exodo-huila.pdf
·
Una
política ambiental pública para Manizales, con gestión del riesgo por sismos,
volcanes y laderas http://www.bdigital.unal.edu.co/6497/1/gonzaloduqueescobar.201217.pdf
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