miércoles, 23 de noviembre de 2011

Transversales de La Línea V.S. Letras con el Túnel Cumanday


Imagen: Túnel Cumanday de 24 km entre Sabinas y Herveo, que reduce la distancia Mariquita Manizales a una hora.

Por Gonzalo Duque Escobar

A continuación se miran las alternativas de cruce entre Bogotá y el Eje Cafetero, para examinar las ventajas del Tunel Cumanday cruzando la Cordillira Central a 2400 msnm, pensando en una vía más rápida, que armonice con la Ruta del Sol, las dobles calzadas del Valle, y las autopistas de La Montaña y del Café


Comparación de tiempos entre Pereira y Bogotá

Por el Túnel de La Línea la vía de 350 km a 60 km/h se recorre 6 en horas; mientras por el Túnel Cumanday serían 4 horas para recorrer 300 km a 80 km/h.

El Túnel Cumanday, para salvar Letras, integra la zona andina de Colombia, donde se genera el 70% de la carga del país: el 30% en el eje Tolima Grande-Cundinamarca- Boyacá-Santanderes y el 40% en el occidente colombiano. Esto, para la bancabilidad del proyecto, dado que un túnel de 100 m2 de sección y esta longitud, cuesta cerca de mil millones de dólares, pero hace viable un proyecto que reduce los costos del transporte en un veinte por ciento, lo que permite incrementar las exportaciones tres veces esa misma cuantía.

Hoy padecemos las consecuencias de la vulnerabilidad y falta de vías transversales realmente eficientes para un transporte troncal a menor costo, que integre las regiones y resuelva la anemia económica asociada a la condición mediterránea de Colombia, conectándola a los mares donde se moviliza el 90% de la economía planetaria.


Túneles cruzando la Cordillera Central

Hasta la consolidación del Canal de Panamá en 1914, Honda tuvo vigencia, dado que la ruta al virreinato del Perú, era la del Gran río de la Magdalena, por donde se iba a Ibagué para encontrar el Camino del Quindío que llevaba a Popayán, Quito y Lima. Pero la construcción del ferrocarril para el Istmo en 1855, conforme hizo de la capital de Panamá la primera metrópoli de Colombia, marcó el primer declive del puerto tolimense. Ya en 1922 se construye el Cable Aéreo Manizales Mariquita, una obra de 72,6 km que al ofrecer un modo de transporte de carga más eficiente, quiebra el transporte de arriería y se mantiene por 40 años, hasta cuando la carretera hace lo propio. Efectivamente, la carretera al Magdalena entre Manizales y Honda, se inaugura en 1939 y sufre su primera rectificación a mitad del Siglo XX, por lo que el Cable Aéreo cierra en 1961.

Pero desde la SMP de Manizales se ha querido dar una respuesta adecuada a las ideas centrales del Ministro del Transporte, quien ha señalado la necesidad de conectar adecuadamente las economías de las subregiones andinas, en virtud de las deficiencias estructurales del sistema de transporte. Para el efecto se ha propuesto complementar la rectificación de la vía Manizales-Mariquita con el Túnel Cumanday, solución que complementa su eficiencia con la economía del Túnel de Cocoló que ahorra 28 km entre Manizales y Bogotá. El resultado hará de la Transversal Cafetera por Caldas, un proyecto cuya rentabilidad e impacto en la economía nacional, se deriva de la reducción de los costos del transporte en la zona andina, donde fletes y bodegajes los incrementan hasta en un 40%.

La opción de lineamiento para el Túnel Cumanday sale de Sabinas, en el Km 10+0300, aprovecha las rocas cristalinas de la Cordillera Central y sale al plan inclinado de Herveo, para luego empalmarse con viaductos adelante de Padua (km 68), y descender a Mariquita. Fuente: http://godues.wordpress.com/2011/08/05/proyectos-clave-desde-la-vision-del-eje-cafetero/

Si bien una vía en si no trae desarrollo, esta propuesta detona las condiciones existentes en el corazón económico de Colombia. En materia de conectividad, las transversales que unen la Región Central con el Occidente de Colombia, son las dos Transversales Cafeteras que por su efecto redistributivo para los flujos del transporte, desde y hacia el centro de Colombia, se han complementado: la de La Línea por el Quindío y la de Letras por Caldas. Tanto la de La Línea como la de Letras, enfrentan eventuales circunstancias adversas asociadas al riesgo volcánico del Machín como del Cerro Bravo en su orden, dos volcanes altamente explosivos y de estructura caldérica, con actividad cuaternaria identificada y mapa de amenazas confeccionado. Pero dada la necesidad de salvar la Cordillera Central, se han presentado proyectos subterráneos, por ambos lugares.

Primero, por el lado de la Línea donde actualmente se construye un túnel de 8,6 km que a 2500 metros sobre el nivel del mar ahorra 9 km de recorrido, entre Calarcá y Cajamarca. El proyecto contempla 4,3 km de túneles menores y 6,3 km de puentes y viaductos adicionales. Recientemente, por el lado de Letras, con el Túnel Cumanday, cuya versión conservadora propone un túnel de casi 15 km a menos de 3000 metros sobre el nivel del mar, en caso de ser para una vía de 60 km por hora, o en su defecto una solución más osada: perforando 500 m más abajo para un túnel de más de 20 km compatible con una vía más rápida, que reduzca el tiempo entre Manizales y Mariquita a una hora.

Para ver por qué resulta imperativo ligar de mejor manera el centro de Colombia con su capital, al Pacífico en Tribugá y al Eje Cafetero con el oriente de Colombia, por las dos transversales cafeteras como rutas que se complementan, tenemos: la transversal Bogotá-Honda-Pereira, sin rectificar tiene ahora 335 km y rectificada 318 km, distancia que podrá transitarse en 5,3 horas a 60 km por hora. Entre tanto, la transversal Bogotá-Ibagué-Pereira hoy de 359 km de longitud, con su Túnel y obras anexas quedará en 350 km, que se recorrerán en 5,8 horas a 60 km por hora. Esto con la versión conservadora del Túnel Cumanday, puesto que la nueva versión, reduce la distancia Bogotá-Pereira a 300 km que se podrían recorrer a 80 km por hora en tan solo 3,8 horas: la economía en tiempo al comparar ambas soluciones, es del 34% y en distancia, del 14%.

Pero volviendo al Túnel Cumanday, se trata de una vía carreteable subterránea que aprovecha el Stock de Manizales, una roca granítica que se reconoce como “piedra de maní”, misma que le da origen al nombre de la capital de Caldas, y que constituye el macizo rocoso competente cubierto de lavas, cuyos espesores alcanzarían potencias medias de 400 m en el Páramo de Letras. Dicho túnel transitaría por la Mesa de Herveo, al sur del Cerro Bravo y al norte de Volcán del Ruiz, donde la corteza muestra procesos que explican domos de lava extruidos, como los altos de Santana, El Plato y La Laguna, cuya edad podría ser del orden de 100 mil años, con lo cual el ambiente geológico parece favorable para la citada perforación. Fuente: http://www.bdigital.unal.edu.co/4002/1/gonzaloduqueescobar.201148.pdf

---
Relacionados:

Macroproyectos para el Eje Cafetero, en:
http://godues.wordpress.com/2012/01/10/macroproyectos-para-el-eje-cafetero/


domingo, 20 de noviembre de 2011

Proezas cafeteras y desafíos de futuro



Manizales 1949, año de su Centenario.


Por Gonzalo Duque Escobar *


La tierra cafetera, además de ser el territorio más representativo fruto de uno de los procesos sociales más importantes de nuestra historia, como lo es la Colonización Antioqueña al lado de la Revolución de los Comuneros y de la Independencia, es el resultado de complejos procesos sociales y ambientales que explican la cultura imbricada de quienes hemos construido esta ecorregión: primero por tener profundas trazas de la racionalidad laboriosa y conservadora de las empresas terratenientes de Antioquia, y segundo por estar inficionada por la mentalidad caucana, abierta, liberal y proclive al comercio. Todo esto, para señalar que el influjo caucano que llega hasta los predios del río Chinchiná y de Marmato, pesa tanto como la influencia del colono paisa que baja por Salamina y Manzanares.


Así aparece Manizales a mediados del siglo XIX como primer referente de esta legión de intrépidos montañeros, para irse erigiendo con edificaciones de bahareque armado de una mezcla de limos y cagajón dispuesta sobre la esterilla que cubre armazones de maderas nativas, una tecnología vernácula cuya importancia se acentúa por la evolución de las formas arquitectónicas. Además, los continuos urbanos que primero se disponen sobre la retícula ortogonal urbana, más adelante se adaptan a los contornos topográficos para cubrir desde lo alto un ramal cordillerano del centro occidente de Colombia, pudiendo enfrentar mejor las demandas ambientales el clima tropical y los frágiles suelos de estas montañas de quebradas y empinadas laderas. Así se consolidó Manizales como un singular poblado con vista hacia los volcanes más septentrionales de los Andes, por el naciente, y a los estrechos valles tropicales de las corrientes que drenan al río Cauca, por el poniente, sobre la pretérita frontera entre los Estados Federales de Antioquia y Cauca, donde ofreció un camino para articular y poblar las inconexas provincias del occidente de Colombia.


Para nuestros ancestros, inmigrantes de alpargata, la empresa no fue fácil, pues hubo conflictos entre colonos y Concesiones, y entre aparceros y latifundistas: cuenta el Historiador Albeiro Valencia Llano que “los terratenientes avanzaban con sus brigadas de asalto -inspectores, jueces, guardianes, levitas, alcaldes, leguleyos-, iban destruyendo cultivos, arrastrando las sementeras; incendiando casas”. Y fundada Manizales, a pesar de que los tiempos para la Patria eran complejos, el poblado se desarrolla a un ritmo vertiginoso a pesar de las confrontaciones armadas de 1860 y 1876 entre paisas y caucanos, y de que se había declarado la emancipación de los esclavos temida por los grandes feudos de las provincias caucanas y por las grandes empresas mineras de Antioquia y Chocó, al tiempo que se proponían cambios fundamentales como la ley agraria, la separación de la Iglesia y el Estado y la libertad de prensa, en esta joven república de economía agraria.


Terminadas las guerras civiles del citado período, ya en los albores del Siglo XX, con la rubiácea esta comunidad de campesinos esperanzados con la aventura de poseer tierra como medio de subsistencia y única oportunidad para el ascenso social, capitalizó su ardua tarea, al forjarse futuro con desmedido éxito desde principios del Siglo XX, gracias a la transformación del anterior modelo cafetero de las grandes haciendas implementado en Santander y Cundinamarca, por el de la pequeña propiedad donde la estructura minifundista democratizó el ingreso y las exportaciones obligaron a la organización de los pequeños productores, al consolidarse la Federación Nacional de Cafeteros (1927), hechos notables que contribuyen no sólo a que por ese entonces el meridiano político y económico de Colombia, cruce por esta tierra, sino a que el campo se haya electrificado, cruzado por caminos rurales y dotado de escuelas y puestos de salud.


Semejante proeza lograda en el Gran Caldas no es despreciable: primero porque la industrialización de Colombia y su primera apertura cultural y económica resultado de la hazaña cafetera, no se dio con la quina, el tabaco o el caucho, sino con el café; segundo, porque su segregación para darle vida a dos nuevos departamentos (1967) también permite advertir que no solo se dio la distribución geográfica de la riqueza, sino que también se implementó un modelo de desarrollo urbano más conveniente, al haberse conurbado el territorio en lugar de polarizar su población. Pero todo esto debe retomarse para construir un mejor futuro para esta sociedad que aún mantiene sus aires premodernos. Y aunque los tiempos sean otros, y tengamos de por medio la crisis del café, la esperanza de un mejor futuro dependerá de la capacidad que tengamos de colonizar la modernidad, expresada en valores como la libertad, igualdad, fraternidad y civilidad, implementando una estrategia de desarrollo donde se priorice la formación de capital social sobre el crecimiento económico, y avanzar en la adaptación sustentable del medio ambiente.


* Prof. Universidad Nacional de Colombia, http://www.galeon.com/gonzaloduquee  [Ref, Manizales, La Patria 21/11/2011]

Imagen: Manizales 1949, año de su Centenario. Fuente, Centro de Historia de Manizales


Relacionados:

Eje Cafetero: Visión retrospectiva y prospectiva del desarrollo regional, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/2400/

El centenario Centro de Historia de Manizales, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/5102/

La pobreza en la historia de los procesos de desarrollo del eje cafetero, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/1665/

Paisaje Cultural Cafetero: Bioturismo y ruralidad en la Ecorregión Cafetera, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/4541/

Un diálogo con la dinámica urbana, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/3712/

lunes, 7 de noviembre de 2011

El centenario Centro de Historia de Manizales




Por Gonzalo Duque Escobar.

Ha salido el Archivo Historial, Época IV, Número 82-83 de 2011, publicación del Centro de Historia de Manizales CHM, conmemorando los 100 años de esta institución que fuera creada por el intelectual Victoriano Vélez Arango, cumpliendo un encargo que le hace la Academia Colombiana de Historia interesada en contar con una organización con sede en la capital de Caldas, que tuviera la capacidad de emprender las acciones investigativas y de difusión necesarias para poder documentar y comprender los hechos de la colonización antioqueña y poblamiento del centro occidente del país: el momento escogido, domingo 30 de abril de 1911, fecha de la inauguración de la estatua de Francisco José de Caldas en el que hasta ese entonces fuera denominado Parque Sucre; el principal actor, el educador antioqueño natural de Sonsón, Maestro José María Restrepo Maya, designado como su primer Presidente; y el lugar, el recinto de la Asamblea de Caldas, en el Palacio Departamental que se incendiara en 1925.

Loable empresa la de haber llegado a la centuria tan cara institución, hoy conformada por 29 miembros y presidida por Vicente Arango Estrada, por su fundamental función para el estudio de nuestro pasado empleándose con el método propio de las ciencias sociales, en medio de una sociedad que por sus aires aún premodernos debe valorar mejor esta clase de esfuerzos, máxime en la capital del ayer reconocido Departamento Modelo de Colombia, tratándose de una ciudad de acervo cultural como lo es Manizales, así reclamemos fortalecer sus precarios procesos culturales y cívicos en un medio urgido de organizaciones sociales, políticas intersectoriales y presupuestos públicos, que fortalezcan la identidad cultural, la institucionalidad, el desarrollo humano y los valores fundamentales de la sociedad. Al respecto los temas fundamentales de la cultura, como los de esta organización que carece de sede y recursos públicos para investigar y financiar sus publicaciones, dos asuntos misionales que no resuelve el mercado, de seguro podrán encontrar eco en esta sociedad cuando nos decidamos por gobernantes y dirigentes sensibles a la cultura.

Todo esto cuando Manizales, ciudad que fuera fundada el viernes 12 de octubre de 1849, llega a sus 162 años pudiendo sobrevivir tras sufrir las drásticas consecuencias de eventos naturales y antrópicos, pero que no podrá hacerlo si los valores de la sociedad se hunden. Y lo decimos así, porque ella que ha sobrevivido a las guerras civiles de 1860 y 1876 entre los Estados Federales de Antioquia y Cauca; a los incendios de 1922, 1925 y 1926 que consumieron cerca de 36 manzanas del poblado; a los intensos sismos, como los de origen profundo ocurridos en 1884, 1906, 1925, 1938, 1950, 1961, 1979, y 1995, y otro superficial en 1999; al desastre asociado a la erupción del volcán Nevado del Ruiz en 1985; y a los deslizamientos y flujos generalizados y frecuentes, como los de las últimas temporadas invernales de Las Niñas 2007/08 y 2010/11: no podrá perdurar en medio de una crisis social y ambiental como la actual, que surge de falencias en la ética, la justicia y la honestidad, y del desprecio por la vida, por lo público y por el patrimonio natural y cultural.

Y para quienes consideren que la historia ya está escrita, basta decir que los hechos que la soportan no sólo están en curso, sino que sus causas y consecuencias siempre se reinterpretan a la luz de las nuevas teorías y visiones, desde variadas disciplinas y múltiples enfoques: no es de otra manera como, a través de sus fuentes se hace el examen juicioso de los procesos de ayer, con las herramientas del presente para lograr construir opciones de futuro que, sin repetir los errores del pasado y viendo más allá de fechas y anécdotas, sirvan a las decisiones de consenso que se correspondan con la visión de todos los actores sociales, ajustadas a las condiciones ambientales y a su capacidad económica, como condiciones necesarias para hacer viable el cambio esperado por todos.

Finalmente, que la ocasión sea motivo para reconocer hijos adoptivos de esta tierra, por sus meritorios aportes al CHM: al Historiador santandereano Enrique Otero D´Costa como fundador del Archivo Historial (1918); al Sociólogo George F. Drake Ph.D., su Presidente Honorario, quien tras un receso de 29 años revive el CHM en 1963, cuando se desempeñaba como Director del Centro Colombo Americano; a la dama antioqueña Señora Mercedes Berrío de Mejía, erudita conocedora de la Colonización Antioqueña, por ser la única mujer que ha logrado ocupar la Presidencia del CHM (1964); y al Sacerdote e Historiador antioqueño Gonzalo Sánchez Zuleta, Presidente del CHM (1972 y 1985), fundador de la Academia de Historia de Caldas y reconocido Experto en Antonio Nariño.

* Profesor Universidad Nacional de Colombia. Miembro de Número del Centro de Historia de Manizales. http://gonzaloduquee.galeon.com Imágenes: Plaza Bolívar, Manizales, 1923 y 1924. Fuente: CHM. [Ref: La Patria, Manizales, 2011,10,7]

Relacionados:

• Un diálogo con la dinámica urbana, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/3712/1/gonzaloduqueescobar.201140.pdf

• Armero 25 años... el desastre y la erupción del Ruiz de 1985: las lecciones del Ruiz a los 25 años del desastre de Armero, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/2281/1/gonzaloduqueescobar.201021.pdf

• Eje Cafetero: Visión retrospectiva y prospectiva del desarrollo regional, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/2400/1/gonzaloduqueescobar.201026.pdf

• Paisaje Cultural Cafetero: Bioturismo y ruralidad en la Ecorregión Cafetera, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/4541/1/gonzaloduqueescobar.201160.pdf

• La astronomía en Colombia : perfil histórico, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/1703/4/gonzaloduqueescobar.20097_parte2.pdf