lunes, 29 de abril de 2013

Acciones frente al clima y el “desarrollo”


 


 

Por Gonzalo Duque Escobar *

 

Señala Ban Kin-moon, que el planeta está en peligro por el cambio climático y la explotación insostenible de recursos. En el fondo, sabemos que las fuerzas del mercado privilegian el crecimiento económico sobre los temas ambientales y sociales, lo que se revierte en  efecto negativo para la ecología del planeta a través del cambio gradual del clima, y también sobre sociedades vulnerables a eventos climáticos  extremos, como sequías e inundaciones consecuencia del calentamiento global, quienes deben soportar los crecientes costos ambientales en que se soporta el modelo de desarrollo y el confort de élites consumistas y rentas de países desarrollados. En dicho escenario la creciente urbanización con el transporte motorizado soportado en automóviles y las plantas termo-eléctricas e industrias basadas en el uso desmedido de combustibles fósiles, contribuyen al calentamiento global, y con él a la problemática de economías rurales del planeta.

 

En el caso de Colombia, donde agua, suelo y biota no son patrimonios, sino recursos, ciertas áreas sensibles ecológica y culturalmente vitales para algunas comunidades, legalmente terminan cediendo paso por la riqueza del subsuelo en beneficio de una empresa minera foránea o ilegal. Nuestra economía ayer soportada en el cultivo del café, ahora se fundamenta en minería extractiva y petróleo crudo, uno y otro: productos primarios de origen natural, escaso grado de transformación y sin valor agregado. Para el efecto, la Ley ambiental y las políticas ambientales se han acoplado más a los desafíos del mercado, que a los retos del desarrollo sostenible: en las áreas de alto valor por su biodiversidad, aunque ya se ha avanzado en la protección enfocada al tipo de compensación a que se obliga una industria extractiva, la actividad continúa gozando de reducidos gravámenes en Colombia.

 

Visto el cambio climático como un fenómeno gradual, a través de una investigación de la Academia de Ciencias de California, el Instituto Carnegie de Ciencias, la Institución Central Clima y la Universidad de California en Berkeley, se conoce la velocidad a la cual los ecosistemas tendrán que adaptarse durante los próximos 100 años. El estudio advierte sobre la amenaza para algunas especies animales y vegetales individuales, con baja tolerancia a las variaciones del clima, dado que los hábitats naturales se han fragmentado como consecuencia de la acción antrópica. Dicha investigación que se publica en Nature, estima las velocidades en metros por año del cambio climático durante el siglo para diferentes ecosistemas, así: en bosques de coníferas tropicales y subtropicales, 80 metros; en bosques templados de coníferas, pastizales y matorrales de montaña, 110 metros; en zonas más llanas, incluidos desiertos y matorrales áridos, 710 metros; en manglares, 950 metros; y en pastizales inundados y sabanas, 1.260 metros.

 

Y respecto a los eventos catastróficos asociados al cambio climático, el Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague, informa que las tormentas extremas son muy sensibles a los cambios de temperatura; y advierte que el número de huracanes como el Katrina, el más destructivo del 2005, podría no sólo duplicarse sino incrementarse gracias al calentamiento de los océanos. Los desajustes de la máquina atmosférica trasladando los costos ambientales del modelo económico a escenarios rurales, como el Cuerno de África con la muerte de seres humanos por hambre y falta de agua potable en 2011, los hemos advertido en Colombia con la tragedia de decenas de poblados rivereños y de la sabana, anegados por los eventos climáticos extremos durante las Niñas 2007/8 y 2010/11.

 

Todo esto invita a revisar políticas y estrategias, acometiendo acciones de largo plazo  acordes a las limitaciones de nuestro desarrollo, para avanzar en la adaptación al cambio climático y viabilizar el aprovechamiento de nuestros recursos estratégicos, implementando procesos ambientales y sociales responsables de cara al desarrollo sostenible de nuestros territorios. Esto, buscando entre otros objetivos: convertir las rentas de los recursos primarios en capacidades humanas, fortalecer el quehacer de las instituciones ambientales y la sociedad civil, ordenar las cuencas y blindar el patrimonio hídrico y la biodiversidad en áreas estratégicas, implementar la construcción de paisajes resilientes en los ecosistemas, proteger las comunidades rurales y artesanales de agresiones industriales, enclaves mineros y actividades extractivas ilegales, y fortalecer los procesos culturales endógenos.

 

 * Profesor Universidad Nacional de Colombia http://galeon.com/cts-economia [Ref. La Patria, Manizales, 2013-04-29] Imagen del 2010, en: http://www.tusemanario.com

 

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Agua, ordenamiento territorial y desastres. http://www.bdigital.unal.edu.co/5487/ 


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Crisis social por disfunciones económicas en Colombia.
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Las Cuatro Estaciones para reflexionar sobre cambio climático.
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Pobreza y ruralidad cafetera.
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Un diálogo con el Paisaje Cultural Cafetero.
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Una política ambiental pública para Manizales, con gestión del riesgo por sismos, volcanes y laderas.
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lunes, 15 de abril de 2013

Salidas para la ciudad sitiada

La Patria/ Opinión/ Lunes, Abril 15, 2013

Por: Gonzalo Duque-Escobar *
Tras haber sido el epicentro económico y meridiano cultural de Colombia en los años 20, cien años después, Manizales, además de estar cada vez más aislada por aire y tierra, hoy su caficultura no pesa en el PIB de la nación, los "Infis" están descapitalizados, el departamento en Ley 550 y la ciudad con la deuda social de San José pendiente.
Además, preocupa que para apalancar proyectos estratégicos como Aerocafé y la vía al Magdalena, cuando las fuerzas electoral y económica de Caldas y Manizales no gravitan en Colombia, tampoco actuemos como región desde el Eje Cafetero para acometer acciones en pro de recursos de la nación, y fallemos en la concepción de los proyectos al limitar su alcance al contexto parroquial, desaprovechando la oportunidad de generar impactos soportados en nuestra ventaja como centro del Triángulo de Oro de Colombia, donde se genera el 64% del PIB y habita el 52% de los colombianos.
De la vía al Magdalena, no se tienen cifras concretas dado que sus estudios están en Fase I, mostrando tres alternativas que cruzarían la cordillera a unos 2.700 msnm; entre ellas la más sur con una carretera entre Manizales y Mariquita de 85 kilómetros, pasando por Falan y Palocabildo, vía lenta para una velocidad de 60 Km/h que se recorrería en una hora y 40 minutos. Mientras dicha alternativa margina al Fresno, las otras dos aíslan a Manizales. Para dar un costo final del proyecto habrá que definir cuál alternativa queremos, y entrar a las Fases II y III a desarrollarla.
Sería deseable una vía más rápida pasando por Manizales y Fresno -con ventajas para Caldas-, cercana a 80 km/h (pendiente máxima 6% caso Autopistas de la Montaña) con un túnel más bajo (y largo), integrando las alternativas del centro y del sur, para cruzar la cordillera con un paso en altitud tan competitivo como el de La Línea cuyo túnel está a 2.500 msnm. En la alternativa sur, al bajar dicho túnel se entraría a los granitos estables y cristalinos del Stock de Manizales, donde el costo por metro de túnel se reduce a la mitad del que ofrecerían las rocas metamórficas de los otros túneles.
La ventaja de una vía más baja y rápida, es avanzar en una verdadera opción alterna y complementaria a La Línea que reduciendo a una hora la distancia Manizales-Mariquita, haga competitivo el proyecto y viable una APP para financiarlo, al acortar la distancia entre Pereira y el altiplano a cuatro horas. Esto transformaría la nueva vía en obra fundamental para el Eje Cafetero, al desplazar el centro de gravedad regional desde el sur de Pereira hacia la conurbación Pereira-Manizales.
En cuanto a Aerocafé: los actuales aeropuertos del Eje Cafetero son para aviones de hasta 3.000 millas: fletes costosos y corto alcance; de ahí que en Cartago y Pereira, no se hayan generado ventajas para carga, vuelos internacionales o exportación de flores. Ahora que el proyecto "ha aterrizado" con una componente técnica que lo muestra viable, sigue una gestión que debe apuntarle a una pista de 3.600 m que facilite vuelos a bajo costo hasta mercados a 5.000 millas que hagan viable el Paisaje Cultural Cafetero, y encontrar aliados regionales para demandar recursos de la Nación.
La ruta parece ser, primero, no empezando con una pista de 1.400 m con servicio diurno y nocturno, asunto que puede ofrecer La Nubia equipada con un VOR/DME, sino con la pista de 2.600 m a un costo cercano a $1,2 billones, ofreciendo vuelos internacionales con una confiabilidad del 95%, y dejar el área lista para extender la pista a bajo costo hasta 3.600 m con un inversionista privado, dado que esa longitud hace viable económicamente el proyecto, porque mientras un Jumbo levanta 75 mil libras del José María Córdova y 83 mil de Eldorado, puede levantar 112 libras desde Palestina, y porque si en un círculo de 200 km trazado desde Aerocafé habitan cerca de 23 millones de habitantes, podríamos tener un aeropuerto de convergencias aéreas más eficiente que Eldorado, ya que con su menor altitud lo complementaría para vuelos a mercados lejanos.
* Profesor Universidad Nacional de Colombia [Ref: La Patria, Manizales, 2013-04-15] http://galeon.com/economiaytransportes
Imagen Aerpocafé: La Patria.
via2almagdalena1
Alternativas para la vía al Magdalena. Fuente La Patria.
Fuentes:
Publicaciones del autor en el Repositorio UN http://unal.metabiblioteca.org/view/person/Duque_Escobar=3AGonzalo=3A=3A.html

lunes, 1 de abril de 2013

Centro histórico como atractor urbano


 

 



 

Por Gonzalo Duque Escobar *

 

En mis cursos suelo reiterar que el centro histórico con su arquitectura republicana, epicentro de esas actividades comerciales mayoristas de ayer que ahora se han trasladado a las grandes superficies de mercado, es ese atractor urbano ubicado en la zona comercial de la ciudad, que debe valorarse por el valor intrínseco y estado de los viejos inmuebles de su patrimonio arquitectónico. En nuestro caso, dada la creciente degradación del lugar donde se materializa la historia y el espíritu manizaleño, gracias a la Fundación Centro Histórico de Manizales ha surgido desde la sociedad civil un proceso participativo, que propone diseñar e implementar una acción urgente para prevenir la consecuente pérdida de nuestra arquitectura republicana. Como punto de partida habrá que señalar, no sólo que los procesos de urbanización a nivel global son una de las tendencias de hoy, sino que en Colombia como país de ciudades, Manizales es una ciudad intermedia de pequeño tamaño con grandes posibilidades e indiscutible urgencia de conurbarse, para consolidar el área metropolitana y también la ciudad región en el Eje Cafetero, buscando no palidecer en las siguientes décadas.

 

Por la profunda degradación del centro histórico, la apacible, risueña y placentera Manizales de ayer, ha cedido paso a la frustración de sus ciudadanos: al lugar se le ha arrebatado la vida social a los moradores de los viejos inmuebles, al permitirse actividades que incrementan la amenaza de pérdida del patrimonio arquitectónico en que se soporta el carácter de esta ciudad refundada tras los incendios de los años veinte.

Al tiempo, las edificaciones y viviendas que colman la retícula ortogonal de la zona céntrica, ahora envejecidas y con normas residenciales caducas, se van embarullando en medio de reformas que rompen los continuos urbanos del siglo XX, para obtener locales destinados a actividades que resquebrajan la estética citadina, conforme se arruina su decorado y pierde el confort haciendo inhabitables las viviendas, al enfrentar a los inmuebles con la calle convertida en un caos donde florecen actividades informales que generan incomodidades al peatón y al residente, caso la 23 y la19, cuando no el efecto del smog generado por las rutas del transporte público de la 20 y la 21.

 

No obstante, la complejidad del problema obliga a reconocer que siempre las ciudades evolucionan, por lo que la zonificación urbana debe responder a los desafíos de cada época: cómo resolver los conflictos entre uso y aptitud del suelo, los asuntos de la movilidad y con ellos los de la economía urbana, mejorar el decorado y resolver los espacios sucios y malolientes, o reducir la polución del aire, si no es recurriendo a medidas ya probadas en tantas ciudades, como una peatonalización del espacio público en la 23, acompañada de políticas sociales y económicas conducentes a generar empleos dignos y actividades comerciales formales. Esta tarea resultado de un proceso de ordenamiento territorial participativo, concertado y amplio del centro histórico como fragmento del centro de Manizales, puede hacer viable en el mediano plazo un aislamiento de los vectores conflictivos, para blindar sus atractivos al separarlos de la circulación y de peligros ambientales, con el fin de recuperarle a cada elemento su función, convertir el conjunto en un paseo y volverlo un lugar homogéneo notable, objeto de exposición y vida cultural digna de la ciudad.

 

Como complemento, habrá que potenciar las actividades culturales del centro histórico mediante políticas de soporte a algunas actividades comerciales y de servicios, propicias para abatir en el lugar el tema de la informalidad y brindar una oferta calificada de opciones recreativas que llenen el tiempo de todos los manizaleños como sus usuarios. Aún más, en la periferia más inmediata pueden promoverse procesos de renovación urbana incluyentes, abriendo espacios habitacionales con unidades residenciales a la inmensa población de clase media y sectores populares, que en el tema laboral absorbería el centro histórico y no histórico de la ciudad, dado que los trabajadores y empleados urbanos -en especial los de las grandes urbes-, a menudo consideran más determinantes el precio y tiempo invertido en el transporte entre la vivienda y el lugar de trabajo, que las pesadas condiciones ambientales inherentes al oficio, por difíciles que sean.

 

*Profesor Universidad Nacional de Colombia  http://galeon.com/cts-economia [Ref. La Patria, Manizales, 2013-04-01]

Imagen: Manizales en metropolisgraphic.com (adaptada).

 

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