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Francisco de Roux
La Paz Querida no es una campaña por el sí en la consulta nacional. El espíritu del grupo es invitar al voto en conciencia. 5:37 p.m. | 29 de junio de 2016
Este martes, en un acto solemne, en la Biblioteca Luis Ángel Arango, un grupo de ciudadanos y ciudadanas lanzamos la iniciativa de La Paz Querida para contribuir a una nueva ética pública que transforme las relaciones sociales entre nosotros hacia el logro de comportamientos respetuosos de la dignidad, incluyentes, equitativos y abiertos a la reconciliación, y para apoyar la paz negociada y sus inmensas exigencias.
La Paz Querida no es una campaña por el sí en la consulta nacional. El espíritu del grupo es invitar al voto en conciencia. Esto implica escuchar todos los puntos de vista y asumir la obligación de presentar las razones por las cuales consideramos que una decisión es la mejor para el país, no para excluir otras, sino para contribuir al discernimiento y la clarificación colectiva de lo que será mejor para Colombia.
La Paz Querida parte del sufrimiento de las víctimas y de la fractura del ser humano entre nosotros, pone énfasis en las transformaciones que han de hacerse desde el interior de los territorios del conflicto para reconstruir la política, la economía y el cuidado de la naturaleza desde las veredas, los corregimientos y municipios, con seria atención a las culturas y los derechos e intereses regionales, para desde allí entrar en diálogo con las instituciones del Estado central y con un mundo globalizados.
El grupo se suma a los esfuerzos de movilizar sectores de opinión para crear una masa crítica ciudadana capaz de producir nuevas actitudes sociales y poner fin a la lucha armada fratricida y sus nefastas consecuencias para la vida humana, el desarrollo sostenible y la democracia.
En la declaración de principios el grupo hace requerimientos y exigencias al Gobierno Nacional, la sociedad civil, los partidos y movimientos políticos, los empresarios, la Fuerza Pública, las guerrillas, la delincuencia organizada, la juventud y los organismos de cooperación internacional. Promoverá debates y participación de la ciudadanía, tanto a nivel nacional como regional, para la construcción de la convivencia en las diferencias, la implementación adecuada de los acuerdos de La Habana y eventualmente los que surjan de las negociaciones con el Eln. Teniendo en perspectiva la construcción de la Colombia del 2025 y dejando atrás los sentimientos de odio, venganza y desconfianza generados al mirar únicamente el pasado. Felizmente, los jóvenes han unido su creatividad y su pasión a esta iniciativa.
La Paz Querida está obviamente en línea con el papa Francisco cuando manifestó su alegría desde el avión que lo llevaba a Armenia al conocer la noticia del acuerdo del fin de la guerra en Colombia. Igualmente, es una convocatoria que comparte el sentir del comunicado de prensa de la Conferencia Episcopal de Colombia, que reconoce el acuerdo de La Habana como un acontecimiento histórico y primer paso de muchos hacia la paz, llama a las partes a avanzar respetando las instituciones, pide al Gobierno información clara y veraz para superar las dudas, expresa la urgencia de protocolos públicos y transparentes para la dejación y destrucción de las armas, reitera su decisión de acompañar el proceso desde el lado de las víctimas para la construcción de una nación en democracia, libertad, derechos humanos, perdón y reconciliación; e invita a la oración por el don de la paz.
Como lo dijo el general (r) Henry Medina en el acto de lanzamiento: “Coincidimos en que los acuerdos de La Habana serán condición necesaria pero no suficiente para la construcción de la paz, pues los dueños de la paz seremos todos los colombianos, y por eso construiremos puentes y no muros, buscaremos formas de sumar y no de restar, y mantendremos una mirada optimista sobre lo que podemos ser y lo que podemos heredar como sociedad a nuestros descendientes”.