lunes, 17 de noviembre de 2008

MANIZALES EN ALERTA ROJA POR DESLIZAMIENTOS Y FLUJOS DE LODO.



Por Gonzalo Duque Escobar

Lluvias de intensidad histórica con un evento del viernes 14 de noviembre que superó los 100 mm, consecuencia de un régimen climático cada vez más extremo, han afectado de forma severa a Manizales al generar deslizamientos y flujos de lodo, con graves consecuencias e importantes pérdidas económicas que obligaron al alcalde de Manizales, Juan Manuel Llano Uribe, a declarar alerta roja en esa ciudad para enfrentar el colapso debido a las emergencias presentadas.


Además de una víctima mortal y de por lo menos 120 familias evacuadas, se ha enfrentado el restablecimiento del servicio regular de agua en una parte importante de la ciudad y atendido el cierre de vías, entre ellas la salida para Bogotá que continúa cerrada.

A pesar de los importantes avances de la ciudad en materia de seguridad ambiental, los desequilibrios de suelos no consolidados sobre una topografía con altas pendientes, suelen causarse por deforestación de cauces y laderas del ambiente periurbano y por el modelado de algunas zonas de alta pendiente, donde avanzan los procesos de expansión urbana presionando el ecosistema; esto se ha traducido en un progresivo deterioro de las condiciones ambientales de zonas periurbanas, lo que incrementa la potencial amenaza para varios sectores en sus entornos, dado que los requerimientos geotécnicos relacionados con la estabilidad no siempre se extienden a dichos lugares y apenas se aplican a las zonas construidas.

Es importante señalar que no todas las víctimas directas de la ocurrencia de estos desastres son pobladores de sectores deprimidos donde existen otros "riesgos prioritarios" relacionados con necesidades básicas, puesto que esta vez varios sectores afectados han sido zonas residenciales de estratos altos de Manizales, lo que pone en evidencia que existe una baja percepción del riesgo causado por esta problemática ambiental menos compleja que la de los sectores informales.

Manizales cuenta con una red de 11 estaciones meteorológicas ubicadas en puntos estratégicos de la ciudad para el monitoreo de las lluvias, gracias a un convenio entre la Oficina Municipal para la Prevención y Atención de Desastres OMPAD y el IDEA de la Universidad Nacional de Colombia, en el que se aplican desarrollos de Corpocaldas que hacen viable anticipar la probable ocurrencia de deslizamientos en zonas críticas de la ciudad causados por lluvias intensas; pero en adelante, este monitoreo deberá incorporar la prevención de flujos de lodo en áreas que deberán ser incorporadas como escenarios propensos a ellos, hasta que no se construyan las obras de mitigación requeridas. Según el experto Isben Chitita C quien ha identificado las magnitudes de incertidumbre que afectan las estimaciones de parámetros hidrológicos locales, los 70 mm pueden ser superados al menos una vez cada tres años en Manizales.

Pero también se deberá involucrar la cultura ciudadana en el adecuado manejo de las zonas de ladera y zonas verdes y del drenaje natural, como las vecinas a los complejos residenciales cerrados de la periferia urbana, para prevenir las consecuencias asociadas a los desastres ambientales que hoy se expresan en Manizales en la pérdida de vidas humanas y de la propiedad, además de otras pérdidas económicas significativas relacionadas con la alteración de las funciones urbanas.

Crédito a la imagen: Ana Maria Grisales - INGEREDES.

1 comentario:

Javier dijo...

El problema del clima en esta ocasión en Manizales supera los estudios y monitoreos, ya que con dos fuertes aguaceros cuya intensidad ha superado lo que nuestras laderas y quebradas (mal manejadas por nosotros), pueden soportar.

Esto nos muestra la fragilidad de los sistemas de atención y prevención que tenemos en la ciudad, siendo este un modelo nacional, entonces que nos cabe esperar del resto del país?.

Estoy de acuerdo con usted en que debemos prepararnos para eventos peores ya que los cambios que se están presentando en el clima harán que sean cada vez más frecuentes este tipo de situaciones: eventos de verano más fuertes y a su vez invniernos más intensos. Sufriendo entonces las zonas de ladera por efectos de avalanchas y derrumbres y las zonas bajas de inundaciones.

Lo invito a entrar a la página del fotógrafo Dario A. Cardona en la que se pueden apreciar algunas fotos de la magnitud de la tragedia:

http://www.flickr.com/photos/darioaugustocardonas/