jueves, 24 de diciembre de 2009

Raíces en el tiempo… La región caldense

Albeiro Valencia Llano. Historiador y Escritor, Miembro de la SMP, del Centro de Historia de Manizales y de la Academia Caldense de Historia.

LA PATRIA, Manizales, Dic 13 de 2009.

Albeiro Valencia Llano es el ganador en la categoría de Historia de los Premios departamentales de Literatura, Secretaría de Cultura de Caldas, 2009. Su libro se titula Raíces en el tiempo… La región caldense. Fragmento del Capítulo I, La sociedad indígena. Albeiro Valencia Llano - Papel Salmón


ANIMALES Y BICHOS QUE PRODUCEN ESPANTO Y ASOMBRO


Pero si Santa Gertrudis se asombró ante los “frutales del paraíso”, los animales y bichos raros le produjeron espanto, temor y sobresalto. El cronista registra sus experiencias con asombro y con algo de exageración.




La arañita coya

Coya llaman allá a una arañita, poco más grande que un grano de pimienta, ella colorada. Tan fácil de reventar, que si le echan un soplo recio, se reventó. Si se revienta en las palmas de las manos o en las plantas de los pies, no hace daño alguno; pero si se reventó en cualquier otra parte del cuerpo, es veneno mortal tan activo, que dentro de 24 horas muere el envenenado. Dos contras tiene este veneno, que le quitan la virtud; pero no sé que me escogiera más, morir o tomar la contra para vivir. La una es tomar al envenenado y atarlo a una palanca larga, y chamuscarlo a la candela bien, que propiamente es un martirio de fuego. La otra es desleír en un pilche con agua bastante excremento humano fresco, y que se lo beba. Estas coyas se crían en las boñigas de las reses. Boñiga llaman aquellas tortas que por detrás echan las reses. Pero aunque se crían allí, su ordinario vivir es entre las piedrecitas de la margen de los ríos o quebradas.




La nigua

Nigua llaman allá una especie de pulguitas como una liendrecita muy chica. Ella nace blanca, pero a las 24 horas ya mudó en color negro. Ellas su ordinario es: entrarse en las plantas de los pies, bajo las coyunturas de los dedos más, y por bajo de las uñas. Muy rara vez entran en otra parte del cuerpo. Al entrar no se sienten, hasta que a 3 o 4 días que están adentro, y dan una comezón desesperada. Y como es preciso sacarlas con la punta de una aguja, y ellas están pegadas ya a la carne viva, da bastante dolor la aguja hurgando adentro.

Más al llegar ella a tener 8 días, ya tiene semilla, y es peor, porque es preciso sacarla entera, y como es fácil de reventar, es menester que quien la saca sea práctico; si no aunque la sabe ya reventada, como la semilla es tan chica, queda alguna liendrecita, y poco a poco va creciendo, y cuando una hace la cuenta que la comezón es de la postilla que quedó del picotazo, se cría una nigua tamaña, y le infecciona todos los pies de niguas. A mí haciendo esta misma cuenta, me han sacado nigua tamaña como un garbanzo. Todo el Perú de aquí para arriba está infecto de esta plaga; y a no tener cuidado de hacerlas sacar presto, mayormente quien tiene mala carnadura, se ampollan las sacaduras, y hay ejemplar de por ello haber sido preciso cortar algún dedo. Las que más enfadan son las que se entran bajo las uñas, que en metiéndose un poco adentro, para haberlas de sacar es menester ver estrellas en medio del día.




El perico ligero

Es el animal más torpe de cuantos crió Dios. Para levantar una mano y adelantar un paso, rezando muy despacio Pater Noster, Ave María y Credo, aún no lo ha dado. Lo llevamos, y donde fuimos arranchar a la noche lo pusimos a que se asiera de una rama de un árbol de cacao; él se agarró con la una mano, y así se quedó colgado, y por la mañana asimismo lo hallamos, que todavía no había agarrado siquiera con la otra mano, hasta que lo urgamos, y para encaramarse en la rama se pasó más de media hora. Y lo llaman perico ligero. Por ironía de su torpeza será.




Los mosquitos

Hay otros mosquitos que son negros y los llaman rodadores. Estos no van sino a los ojos, y se entran. Esta es malísima plaga, porque abundan mucho, y el tiempo que usted se refriega el ojo con la mano para sacarlo del ojo, ya en el otro le entra un par de ellos. Estos sólo andan de día, y así es preciso al saltar al monte o a la playa estar siempre venteándose con el pañuelo; y sin embargo le caerá un par de docenas.

Otros hay que llaman jejenes, tan chicos, que usted lo siente que le pica en la mano, lo mira y no lo ve hasta que le saca su gota de sangre. Se parecen a los que crían en el vino, pero son muy más chicos, y éstos donde pican dejan una comezón terrible, y si se rasca levantan una roncha terrible.




El pájaro Dios te de

… tiene de largo un palmo, él algo corvo. El pico de color negro con una raya carmesí y otra blanca. Lo llaman el predicador, porque cuando canta dice tan claro como pudiera una criatura de lengua expedita: Dios te dé, Dios te dé, Dios te dé. Entre el primer Dios te dé y el segundo hace una pausita, y como lo pronuncia muy piadoso, y los otros Dios te dé los pronuncia a prisa, el oír en los despoblados este pájaro cantar Dios te dé, Dios te dé, Dios te dé, conmueve cierto el corazón. La hembra canta del mismo modo y dice: Dios dará, Dios dará, Dios dará. Hay muchísimos de estos pájaros y lo más singular es que su lengua es una pluma. Yo no lo quería creer, hasta que lo vi por mis ojos, y he tenido lenguas suyas en la mano.




El tominejo

Otro pájaro vi, del tamaño de un mosco, con el pico como aguja encorvada, y en la cola tres plumas más largas que las otras como el gallo. Su color es verde oscuro plateado, y a los vislumbres que se mira, hace una variedad de tantos colores lustrosos, que embelesan la vista. Su natural y modo de volar es lo propio que una abeja, porque él va de flor en flor chupando el rocío y de esto se sustenta. Rara vez se para. Anida en el cogollo de los plátanos, y los huevos son como pimienta. Sin embargo, de haberme asegurado el sacristán haber topado su nido en la huerta y haber visto sus huevos, yo no quería creer que fuese pájaro, sino algún mosco, ni lo creí hasta que lo tuve en las manos. Es muy fornido de pluma, y, desplumado su cuerpo, no llega al cuerpo de un tábano. Lo llaman tominejo.




La guacamaya

Otro pájaro vi del tamaño de un cuervo o grajo. Su figura es de loro, sólo que en la cola tiene 4 plumas un jeme más que las otras, y le dan mucho aseo. Lo llaman guacamaya. Es más torpe que el loro, y con dificultad llega a hablar. Es él muy dañino, porque cuanto coge con el pico, todo lo destroza. Hay de éstos 3 especies: unos visten el cuerpo todo con plumas blancas, verde, azules, amarillas y carmesí…





RECUADRO


Albeiro Valencia Llano: Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad Santiago de Cali y PH.D en Historia, de la Universidad Lomonosov de Moscú. Entre sus publicaciones están: Manizales en la dinámica colonizadora (1990); Vida cotidiana y desarrollo regional en la colonización antioqueña (1996); Bernardo Arias Trujillo. El Intelectual (1997); La aldea encaramada. Historias de Manizales en el siglo XIX (1999); Colonización, fundaciones y conflictos agrarios (2000); Otto Morales Benítez. De la región, a la nación y al continente (2005).El historiador Albeiro Valencia Llano ha obtenido el Premio a la investigación en el área de Ciencias Humanísticas y Socio-económicas de la U. de Caldas (1986) y el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar (1998) por sus publicaciones sobre historia regional, en LA PATRIA.

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