domingo, 8 de mayo de 2011

Contraplano: Biblioteca en cuidados intensivos

La Patria/ Por Orlando Cadavid Correa (ocadavidc@une.net.co)/ 08/05/2011.

Se encuentra en cuidados intensivos por carencia de dolientes la Biblioteca Pública de Manizales y los amantes de los libros se quejan con amargura de la notoria tacañería presupuestal de los gobernantes locales en la apropiación de partidas vitales para fomentar la lectura y la investigación.

Se duele también la clientela de que en el perímetro histórico de la ciudad brillen por su ausencia estas clínicas tan gratificantes para el espíritu, aunque es inminente el paso de la Municipal a las antiguas instalaciones del desaparecido “Idema”, detrás de la vieja sede de LA PATRIA, con sus casi 20.000 títulos a disposición de los visitantes.

La última biblioteca que quedaba en el centro, la del Banco de la República, se ha mudado a un local de la calle 52 con la Avenida Paralela, muy lejos de la Plaza de Bolívar y del bolsillo de los estudiantes que no tienen para la buseta.

La queja de los bibliómanos y de los practicantes de la “averiguática” es unánime:

La Biblioteca Pública de Manizales, fundada en 1931, ha ido de mal en peor siempre. En este momento funciona en un par de salones frente al Centro de Convenciones de Los Fundadores, en el Liceo Isabel la Católica. Tiene ocho sucursales, al menos, apunta el impresor en uso de buen retiro Javier Ríos Ramírez.

Señala que la principal (por llamarla de alguna manera) permaneció cerrada entre el 30 de diciembre y el 6 de abril, por falta de presupuesto. La institución ha carecido de dolientes en la Alcaldía. Su actual directora es Luisa Fernanda Zuluaga Gómez.

Echémosle un vistazo a otras alternativas: Está la Fundación Rafael Pombo, en el Barrio Lleras, en la casa que fue del caudillo conservador Gilberto Alzate Avendaño. Hemos sabido que está a punto de caerse y no ha habido presupuesto que se conduela de su estado. La cultura siempre sale perdiendo. Es como la mujer de tres en conducta o la de los labios pintados.

En algún momento alguien pensó en trasladar la Biblioteca Pública al antiguo edificio de bahareque que fue del Instituto Universitario. Menos mal que no lo hicieron porque algún inteligente les dijo que los libros pesan mucho; las revistas el doble de los libros y que se desplomaría el edificio.

La Biblioteca Orlando Sierra, de Los Yarumos, está bastante lejos del mundanal ruido y no es fácil llegar. Claro que están extendiendo una línea desde Cable Plaza hasta allá, pero el costo del aeroviaje, posiblemente, espantará al estudiantado de magros ingresos.

El Contraplano consultó a doña Elsie Duque de Ramirez, consumada bibliotecóloga caldense, sobre el tema en cuestión:

En una biblioteca hoy en día, hay que conjugar libros con adelantos tecnológicos. Sin embargo, los universitarios de los países desarrollados todavía prefieren los libros reales a los virtuales, pero vamos para allá: la tala de bosques nos tiene con el clima al revés y con las tragedias que sabemos. La idea puede ser conservar lo existente y comenzar a poner tecnología para facilitar conocimientos. Ya un joven de bajos recursos hace su esfuerzo de conseguir computador. Y como se sabe, ya las bibliotecas universitarias compran el derecho a un título en uno o más ejemplares de ser necesario, para su préstamo.

Infortunadamente, los estudiantes de la Universidad de Caldas están contra la construcción del Centro Cultural Universitario que diseñó el extinto Rogelio Salmona en Manizales. Dicen que con una bibliotequita es suficiente. Que no se justifica algo grande.

¿Qué tal, ah? ¿Y las bibliotecas de Bogotá, de Medellín? Según ellos, están sobrando. Esos son los nada ambiciosos que están "estudiando" hoy en día en nuestro medio. Y parece que los profesores no se quedan atrás, porque varios están de acuerdo con los estudiantes. Nivelando por lo bajo. Lástima. El Proyecto Salmona cubre varios frentes. Y la memoria de los libros que todavía se tienen, son parte del proyecto.

La apostilla: En una época en la que el gobierno de Manizales no sabía qué hacer con la Biblioteca Municipal, un funcionario mencionó que el mejor sitio para acomodarla era el sótano de la Catedral Basílica. Nunca se supo si la propuesta –más rara que un perro a cuadros-- se lanzó en serio o en broma. La extraña sugerencia no resistió ni el primer debate.

No hay comentarios: