martes, 20 de mayo de 2014

Los Mundos de Samoga para la Ecorregión Cafetera






Por Gonzalo Duque-Escobar.


No hemos desarrollado los íconos culturales para la identidad del Eje Cafetero, como región biodiversa.

El occidente, que como tierra de resguardos y negritudes, además de ser una subregión panelera, es minera: en el oro de Marmato y Riosucio existe más novela y poesía que en el café, en este territorio triétnico y colonial, cuya música es el curruláo.

La región Cafetera propiamente dicha que empieza en Neira y llega hasta el norte del Valle, es la de las chivas, el bahareque de guadua, los cables aéreos, los Ferrocarriles Cafeteros y la música de carrilera. El este territorio de guaduales y yarumbos, la gastronomía se relaciona con el plato montañero.

La región San Félix-Murillo en la alta cordillera, que tiene sus propios íconos en el cóndor, el pasillo, la ruana de Marulanda, la palma de cera, el pasillo y el sombrero aguadeño. Es el territorio del Páramo, los volcanes y del bahareque entablado.

El Magdalena centro, que es tierra de ranchos de hamacas, de chinchorros, de subiendas de bagres, nicuros y bocachicos, del petróleo de Barranca, con la historia de los vapores por el río y de la Expedición Botánica. En esta tierra del bunde, sobresalen el bosque de Florencia y los humedales del Magdalena.

Para contribuir a la apropiación social de la ciencia y la tecnología, y a la traducción de los saberes populares en  los términos de la ciencia moderna, la U.Nal. de Colombia se propone transformar el Museo Samoga como centro interactivo, en un museo de tercera generación.

Esto, mediante la innovación de su guión museístico con una oferta temática orientada a la promoción de las características culturales y naturales del Eje Cafetero, contenida en el proyecto denominado “Los siete mundos de Samoga”.

En dicha propuesta, Pachamama (tierra) recoge el oriente minero con Marmato y Riosucio, Bachué (agua) el recurso hídrico excedentario del occidente caldense, Yuruparí (aire) el aroma de la tierra del café por los dos ejes de la colonización antioqueña, Chiminigagua (fuego) la alta cordillera con sus volcanes y fértiles tierras de Marulanda, Chía (arte) el escenario pluricultural de la ecorregión cafetera, Bochica (lógica) la necesaria articulación entre ciencia y saberes, y Chibchakum (tecnología) los desarrollos tecnológicos requeridos en el trópico andino para apalancar un desarrollo sostenible.

Imagen: Los siete mundos del Museo Interactivo Samoga de la U, en: www.samoga.manizales.unal.edu.co

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