lunes, 19 de diciembre de 2016

Amenazados 80 mil adoptables en Colombia


Por Gonzalo Duque-Escobar
El matrimonio entre personas del mismo sexo que tras años de incertidumbre en Colombia, solo en abril de 2016 se aprueba garantizando los derechos de este grupo LGBT a constituir familia, en América Latina también tiene validez legal a nivel nacional en Chile, Ecuador, Brasil y Uruguay, y en varias regiones de México y Costa Rica. Similarmente, la Corte Constitucional de Colombia al confirmarlo, amparó a las parejas del mismo sexo permitiéndoles acceder a uniones maritales de hecho, tras convivir dos años.
Pero otra pareciera ser la suerte de la adopción por parte de parejas de hombres o mujeres homosexuales interesadas como familia en darle la misma protección, crianza y cuidado que ofrece una pareja heterosexual a un niño que está en situación de abandono, actuando en coherencia con el  reconocimiento constitucional anterior, cuando cumpliendo con todos los requisitos de estabilidad emocional y económica que soportan su derecho y capacidad de aplicar a un proceso de adopción, se sometan a los estudios y controles que cualquier otra familia debe cumplir antes y después de la adopción.
Todo, porque un discriminatorio referendo que busca evitar la adopción por personas solteras y parejas de homosexuales, ha encontrado inusitado eco en el Congreso de Colombia al contar con 53 votos a favor y 21 en contra. El argumento de soporte, a pesar de que la adopción por parte de parejas del mismo sexo es legal en 26 países, pareciera ser que, con fundamento en las creencias y valores cristianos, no pueden existir familias que no sean heterosexuales, y que las personas solteras tampoco pueden brindarles a los niños un ambiente adecuado de desarrollo.
Si para la Iglesia Católica el matrimonio heterosexual como fundamento de la familia, es algo irremplazable y necesario, actualmente aparecen al lado de la familia tradicional, nuevas conformaciones que resultan exitosas en la correcta educación de los hijos, entre ellas las familias monoparentales colombianas que sólo se componen de uno de los padres y sus hijos, como consecuencia de una separación, de la decisión de ser padre o madre soltero/a o de haber enviudado.
Quienes son víctimas de prejuicios homofóbicos, no solamente creen que las parejas homosexuales son peligrosas, que la homosexualidad es una enfermedad, que la convivencia y aprendizaje con personas LGBT influye en la orientación sexual e identidad de género de los menores, sino que víctimas de su ignorancia, fanatismo religioso, retardataria ideología de género o patrones culturales afines a la misoginia y al machismo, son incapaces de reconocer evidencias científicas que muestran lo contrario y que la homosexualidad suele tener causa biológica.
Esta condición ha existido en todas las civilizaciones y épocas: para los griegos no importaba el sexo de la pareja sino su estatus social; y aunque en tiempos de Roma progresivamente se fue tomando una visión más crítica de rechazo, luego con el cristianismo comenzó a condenarse la homosexualidad, en especial hacia los siglos XII y XIV, cuando las reformas a la iglesia tomaron la ley natural como el principal estandarte de moralidad; de ahí la persecución de que fuera objeto mediante la inquisición, a lo largo de la Edad Media.
Ya en épocas recientes, pese a las sentencias perversas impuestas por la justicia penal nazi, que consideraba la homosexualidad un defecto genético, a tal punto que a los alemanes homosexuales se les internaba en campos de concentración, y de que todavía existen países donde dicha condición se castiga con sanciones económicas o la cárcel, e incluso con condenas a la pena de muerte, como en Irán y Arabia Saudita, también existen otros países como España donde la homosexualidad es legal y a dichas comunidades no solo se les otorga el derecho al matrimonio, sino también el de la adopción de menores.
Finalmente, también existen países que, a través de sus políticas públicas, favorecen uniones civiles de heterosexuales, que sin alcanzar el estado que les otorga el matrimonio civil, con amparo legal o sin él establecen una convivencia motivada generalmente por un vínculo solo afectivo o uno de índole contractual; algunos tipos de estas uniones civiles, como ocurre en Francia o Dinamarca, pueden alcanzar idénticos derechos y obligaciones a los propios de un matrimonio civil.
* Profesor Universidad Nacional de Colombia http://godues.webs.com [Ref.: La Patria. Manizales 2016.12.19] Imágenes: El abandono de los niños en Colombia. Video de Gloria Suarez Rojas.
Relacionados:
Guerra o Paz, y disfunciones socio-ambientales en Colombia http://www.bdigital.unal.edu.co/53714/1/guerraopazencolombia.pdf
Visión retrospectiva y prospectiva del desarrollo regional http://www.bdigital.unal.edu.co/2400/1/gonzaloduqueescobar.201026.pdf