Por: Gonzalo Duque-Escobar
La participación del Eje Cafetero ha presentado dos cambios: uno cuantitativo que se relaciona con su participación cada vez menor en el PIB nacional, ya que si en los setenta contribuía al 7,1%, en lo corrido del siglo a pesar de un crecimiento promedio anual de 2,9%, por estar debajo del consolidado nacional, ha pasado del 4,1% al 3,9%; y otro cualitativo, ya que si a finales del siglo XIX la actividad económica se soportó en el café, que llegó a representar entre el 20% y 25% del PIB regional entre 1950–1975, o el 4,5% en promedio entre 2001–2010; hoy la estructura de la economía regional depende del Sector Terciario, donde se engloban las actividades relacionadas con servicios y comercio.
Respecto a lo primero, si en el período 1985-2000 el PIB del Eje Cafetero alcanzó una participación promedio en el total nacional del 2,2% en Caldas, del 1,0% en Quindío y del 2,1% en Risaralda, hoy esta es del 1,6% en Caldas, del 0,9% en Quindío y del 1,6% en Risaralda. Y respecto a lo segundo, si entre 1960 y 1975 la estructura del PIB regional cae del 38% al 25% en el Sector Primario -extracción y obtención de materias primas- es porque sube tanto en el Sector Secundario del 16% al 23%, como también en el Sector Terciario del 47% al 50%.
¿Qué ha pasado entonces? Después del rompimiento del pacto de cuotas a finales de la década de los años 80, entre 1995 y 2001 el Café en el PIB regional pasa del 12.6% al 6.4%, siendo Quindío el más impactado al caer dicha participación del 17.3% al 4.5%; y ya para el 2010 el sector baja a 12 puntos porcentuales en el PB regional, cediéndole paso a los servicios que aportarán el 54%, tras ubicarse en el 25% la participación industrial (el porcentaje restante son los impuestos).
¿Pero a qué ritmo crecemos? En el contexto nacional, el Eje Cafetero ha perdido 0,5% en la participación del PIB nacional desde el año 2000. Posteriormente, en 2001–2010, la estructura del PIB por sectores y por departamentos en el Eje Cafetero, es: Sector Primario: Caldas 13,5%, Quindío 18,1% y Risaralda 11,1% -promedio Eje Cafetero 13,5%-; Sector Secundario C 28,1%, Q 20,8% y R 24,9%, -promedio EC 25,4%-; y Sector Terciario C 50,5%, Q 56,5% y R 56,7% -promedio EC 54,1%-. Así, a precios corrientes de 2016, el PIB per cápita en el Eje Cafetero es de $12.900.714.
No obstante, a precios constantes de 2005, el PIB real del Eje Cafetero pasó de $12.145 miles de millones en 2000 a $20.164 miles de millones en 2016, presentando un crecimiento real del 66% en el período, siendo las cuantías reales en Risaralda del 81%, en Caldas del 65% y en Quindío del 44%. Tomando las cifras del PIB real a precios constantes de 2005, para 2016, Risaralda crece al 4,5%, Quindío al 2,7%, y Caldas al 1,8%. Ya en 2018, Caldas crece al 3,5%, Quindío al 0,9% y Risaralda al 3,4%.
Veamos algunas singularidades del desarrollo en el Eje Cafetero: En Caldas, donde destacan la generación eléctrica y la minería aurífera, su agro destaca por cultivo de café y ganadería; y su industria, por productos químicos, metalmecánicos y de madera, alimentos y licores; el turismo por su variada oferta temática. Quindío, aunque fundamentalmente cafetero y platanero, ha impulsado el turismo con una oferta de parques temáticos, complementada con alojamientos rurales y fincas cafeteras. Risaralda, con Pereira como principal referente del comercio regional, en la agricultura sobresalen la producción de café, caña de azúcar y plátano, y en la industria, las manufacturas, la metalúrgica y la producción de alcohol carburante.
¿Y qué ha ocurrido con la industria?: pese a un crecimiento importante del PIB industrial entre 1985-1990 (Caldas 2,4, % Quindío 5,2% y Risaralda 9,0%), para el quinquenio 1995 -2000 con la apertura económica se resiente su economía de forma significativa, al mostrar variaciones del PIB industrial incluso negativas, así: Caldas 1,8%, Quindío 5,5% y Risaralda -0,3%. Luego, llega el periodo 2002-2016, con crecimientos globales (y de la industria) del PIB regional, más uniformes: Caldas 3,0% (20,1%), Quindío 2,2% (6,5%), Risaralda 4,0% (14,4%) para un promedio en el Eje Cafetero del 3,2% (13,7%).
Finalmente, los dos principales desafíos para el crecimiento, a nivel de la RAP del Eje Cafetero, son: 1- Dado que el turismo pudo pasar en el PIB del 2,7% en 2012 al 2,9% en 2017, o al 3,7% incluyendo sectores afines, habrá que impulsar en la región esta actividad, apalancada en el PCCC y en Aerocafé con alcance transoceánico. 2- Las plataformas logísticas asociadas al Magdalena Centro y el Corredor del Cauca, equipadas de polígonos industriales para el desarrollo minero-energético, y del Ferrocarril Cafetero integrando la Región Andina a nuestros mares.
* Profesor de la Universidad Nacional de Colombia y Miembro de la SMP de Manizales
http://godues.webs.com Imagen: Perfil económico de los departamentos del Eje Cafetero al 2018. Crédito: Ministerio de Comercio, Industria y Turismo – MinCIT- con fuentes del DANE. [Ref. La Patria. Manizales, 2020.01.10]
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