Por Gonzalo Duque Escobar *
A pesar del crecimiento de la economía y del clima internacional que vive Colombia, de la prioridad de las políticas públicas para atender las problemáticas sociales y ambientales en el departamento, y de la esperanzadora apuesta por la educación que hacen los actores sociales de la ciudad, la agenda para el presente año no parece fácil en Manizales y Caldas: el nuevo ciclo del ordenamiento territorial para el período 2012/2023, las tareas de adaptación ambiental que resultan de la amenaza por el calentamiento global en el caso de Manizales, las urgencias para los demás municipios de Caldas que se derivan de la brecha de productividad entre los medios rurales y urbanos, y la precariedad de las rentas departamentales anunciada por nuestro Gobernador, seguramente serán los principales factores a sortear en el 2012.
Sobre el nuevo ciclo del ordenamiento territorial para el período 2012/2023, lo que se demanda es un ejercicio de planificación prospectiva y participativa que garantice la coordinación interinstitucional, para llegar a un instrumento que oriente la ejecución de recursos muy exiguos hacia acciones estratégicas para el desarrollo y que sea apropiado por todos. De la coherencia de este instrumento con el Plan Nacional de Desarrollo 2011-2014 Prosperidad para Todos, de la pertinencia regional y local de las definiciones y decisiones que se logren, y del nivel de compromiso de los ciudadanos con sus metas, dependerá que se puedan resolver las demandas ambientales y aprovechar las ofertas bióticas, abióticas, geográficas y culturales del territorio caldense y de nuestra ciudad. No obstante, para ambos casos, habrá que armonizar algunos determinantes con las visiones suprarregionales, dado el carácter conurbado de Manizales y las acciones metropolitanas que gravitan sobre el departamento, y buscar el concurso de la Academia.
Respecto a las tareas de adaptación ambiental para enfrentar el cambio climático, en el caso de Manizales basta decir que habrá que invertir esa tendencia que propugna por presionar los fragmentos verdes y generar desplazamientos intraurbanos, porque en vez de un hábitat verde y amigable, hemos consolidado un frágil escenario de concreto poco amigable con la movilidad no motorizada, y que habrá que dar un viraje diferente al de la Federación Nacional de Cafeteros cuya apuesta para enfrentar el Calentamiento Global se quedó en la manipulación genética de la rubiácea y no contempló la necesidad de revisar el modelo socioambiental de una caficultura soportada en monocultivos y agroquímicos, para entrar a prácticas agroforestales, producción más limpia, reforestación de vaguadas y recuperación de la biodiversidad, que son las transformaciones proyectadas para darle soporte al Paisaje Cultural Cafetero.
Sobre los desafíos que impone la brecha de productividad, fenómeno que explica la pobreza de los caldenses y la consecuente concentración del PIB departamental en Manizales, habrá que implementar un conjunto de propuestas que contempla el Programa de Gobierno Departamental: fortalecer la red vial terciaria y dar curso a políticas de Ciencia y Tecnología que reconozcan a los productores rurales, además de potenciar el desarrollo de la identidad cultural de nuestras subregiones para impulsar el desarrollo de bienes culturales y servicios ambientales. Al respecto, estas políticas sí permiten darle soporte al necesario aprovechamiento de las ventajas de la Declaratoria de Paisaje Cultural Cafetero, como estrategia de desarrollo rural.
Y respecto a la precariedad de las rentas públicas, consecuencia de haber vendido la Chec para financiar el Plan Vial de Caldas en un ejercicio equivocado que quedará en la historia de los desaciertos de nuestra administración pública, y como secuela del manejo cortoplacista al que se ha visto sometida la ILC sumado a desacertados acontecimientos como la pérdida de sus mercados consolidados, obliga a pensar ahora en estrategias audaces más allá de las regalías. Entre ellas, participar como socios del desarrollo hidroenergético del departamento, antes de conceder licencias ambientales para los proyectos en curso; emprender la necesaria reconversión tecnológica de la ILC entrando a la química del carbono aplicada a los alcoholes, para darle valor agregado a las materias primas de los cultivos de palma de aceite del Magdalena Centro y de la caña de azúcar del valle del Cauca; y avanzar en los macroproyectos de infraestructura del transporte para resolver nuestra condición mediterránea, lo que incluye el FFCC de Occidente, Aerocafé, la navegación del Magdalena y los túneles Cumanday y Cocoló.
Actuar sobre estos cuatro factores obliga entre otros asuntos, a superar la natural polarización entre las fuerzas políticas, consecuencia de la pasada campaña electoral, para acompañar las acciones que emprenda cada administración y no llevar al traste programas fundamentales que exigen coordinación entre los entes territoriales, acompañamiento institucional y empresarial, y compromiso de la sociedad civil y comunidades de base.
* http://www.galeon.com/cts-economia [Ref: La Patria, Manizales, 82011/01/09]
Relacionados:
Trece notas de importancia para Caldas, en:
http://godues.wordpress.com/2012/01/06/trece-notas-de-importancia-para-caldas/
Temas de agenda pública para Manizales y Caldas, en:
http://godues.wordpress.com/2011/07/23/temas-de-agenda-publica-para-manizales-y-caldas/
Una mirada gruesa a cinco temas del desarrollo regional, en:
http://www.bdigital.unal.edu.co/4779/1/gonzaloduqueescobar.201165.pdf
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario