Salamina en fragmentos de acuarelas de Luis Fernando Rodríguez García
Por Gonzalo Duque Escobar
*
A continuación, unas ideas para el norte caldense, centradas en las
posibilidades de desarrollo de Salamina, precioso municipio de 1825 fundado en
tierra de Carrapas y Pícaras,
Monumento
Nacional desde 1982, urgido de acciones estratégicas
para un desarrollo agropecuario y turístico que aprovechen sus
notables atributos naturales y culturales, a partir de propuestas de interés que alcanzan poblaciones históricamente ligadas a la ruta sur de la Colonización Antioqueña, como son Abejorral (1805), Aguadas
(1808)
y Neira (1842), por estar dotadas de condiciones de similar interés por el valor intrínseco del bahareque como
arquitectura vernácula.
Para subrayar la importancia patrimonial del poblado y su rol en el
escenario del Paisaje Cultural Cafetero, ésta anécdota: en 1995, ante el entonces
alcalde electo de Salamina Luis Guillermo Velásquez, François Widemann del CNRS de Francia y Luis Gonzalo Valencia
del Ministerio de la Cultura de Francia,
acompañados de un grupo de Profesores de
la UN, propusieron acometer el proyecto de la declaratoria de Salamina como Patrimonio Arquitectónico
de la Humanidad, acordando tareas que desafortunadamente no lograron su
cometido.
Hoy día, al prospectar el desarrollo regional se pueden señalar ventajas comparativas para la "ciudad luz"
de Caldas, como son: el espíritu laborioso de su pacífica población; el potencial de su monumental
arquitectura a juicio de la UNESCO; los impactos de conectividad esperados de
las Autopistas de la Montaña; el desarrollo de la Felisa
con el Ferrocarril de Occidente y la hidroeléctrica
Encimadas-Cañaveral; el aprovechamiento de
las fértiles tierras cordilleranas;
la creciente conectividad de la Transversal de Caldas; los beneficios del clúster cafetero extendidos a la economía rural en la caña panelera; y el impacto de
Aerocafé con pista de 3600 m sobre el
Paisaje Cultural Cafetero.
En cuanto a San Félix, la problemática de esta ecorregión con enorme potencial ambiental y agropecuario, empieza
por su aislamiento, pasa por la inseguridad ya superada y cierra en las erradas
políticas agropecuarias, temas que
obligan a implementar acciones en el marco del nuevo ordenamiento territorial
de Caldas y del plan departamental de Ciencia y Tecnología, dado que la alta productividad de las altas tierras de
la cordillera Central, comparable a la del altiplano Cundiboyacense y la región Túquerres-Ipiales, la hace una
de las zonas agrícolas más ricas de Colombia, cuyo aprovechamiento obliga a trazar políticas de ciencia y tecnología
para combinar el conocimiento cona los otros factores de producción.
Ahora, mientras en el entorno
de las capitales cafeteras el escenario se ha rur-urbanizado, Salamina conserva
su arquitectura a pesar de su precaria economía
rural, gracias al efecto redistributivo del ingreso dada la pequeña propiedad de la tierra, la que complementaría mejor los beneficios si a nivel local recibe el apoyo gremial
de los cafeteros y del Estado para hacer competitivas las anteriores ventajas.
De lograrse, el Comité Municipal de Cafeteros
propendería al tiempo, por un modelo de
caficultura diversificado y más amigable con el medio
ambiente.
Si Caldas desea aprovechar mejor
la declaratoria del Paisaje Cultural Cafetero, debe empezar por Salamina dada
su condición de bisagra como articulador
de territorios y poblados con historia y etnias, empezando por el desarrollo
del bioturismo a partir de estrategias como las “vías lentas”: desde allí se accede al alto occidente, tierra de resguardos y
negritudes con potencial minero y opciones agropecuarias en pan coger y caña panelera; por el sur y el norte, parten rutas del
bahareque de la colonización hacia Neira o Aguadas y
Abejorral; y al oriente sobre la cordillera, desde Letras y Romeral hasta San Félix, Encimadas y Sonsón, ofrece los paisajes de páramo con sus íconos en el cóndor, el pasillo, la ruana de Marulanda, la palma de cera y
el sombrero aguadeño.
Evidentemente, la transversal
de Caldas y la vía al norte, sin la perversidad
de peajes como el de Neira y La Cabaña que sólo contribuyen a menguar los precarios ingresos de las comunidades
campesinas vecinas a Manizales, juegan un papel fundamental para implementar la oferta de bienes culturales y servicios
ambientales, donde la suerte de los poblados dependerá del papel del transporte rural como medio esencial para resolver la
pobreza, y de la preservación del ese legado arquitectónico que alcanza su mayor expresión en Salamina.
Si la maravillosa aldea es un hito por los inmemoriales continuos
urbanos, entonces deberá fortalecerse la escuela de
artesanos del bahareque de Salamina,
para que se perpetúe ese patrimonio asociado a una tecnología “temblorera” de guadua, limos y cagajón,
amenazada por las termitas en expansión por el calentamiento global: ella como los guaduales, la
biodiversidad, los bosques y las prácticas
agroforestales y silvopastoriles, resultan tan fundamentales para la adaptación al cambio climático, como lo Aerocafé con pista
larga para el Paisaje Cultural Cafetero, o la ciencia y la tecnología para resolver la brecha de productividad de las comunidades rurales.
* Profesor Universidad Nacional de Colombia http://gonzaduque.es.tl [Ref: La Patria,
Manizales 2012/08/20]
Relacionados:
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El
Paisaje Cultural Cafetero PCC. http://www.bdigital.unal.edu.co/7193/
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Eje
Cafetero: fortaleza minero-industrial y posibilidades agropecuarias. http://www.bdigital.unal.edu.co/6656/
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Prospectiva
para el desarrollo magdalenense. http://www.bdigital.unal.edu.co/6576/
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Manizales:
funciones urbanas y metropolitanas. http://www.bdigital.unal.edu.co/5699/
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Agua,
ordenamiento territorial y desastres. http://www.bdigital.unal.edu.co/5487/
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Salamina,
Caldas 187 años: "desarrollo rural en
la región cafetera". http://www.bdigital.unal.edu.co/6732/
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